Me gusta escribir junto a la ventana
con la brisa que descansa
torpemente en mi cara
y a la distancia no sabes
lo que se viene, lo que no extrañas
no se porque me gusta escribir
así triste junto a la ventana,
no entiendo mis lagrimas
el sol modesto del otoño
las hojas puestas a volar sin rumbo,
no entiendo la razón de escribir
junto a la ventana así tan triste
de pronto golpean la puerta,
no tiene importancia un hilo frío,
todo se rompe y los fantasmas
que lo saben todo se alejan
y me dejan con las paginas sueltas
tristes, llenas de las palabras
que son la vida misma
que sobreviven en el papel
mas blanco que hayas visto
y aunque nada importa ya
me gusta escribir, ya lo dije
junto a la ventana y la mueca de hastío
no siempre es poesía lo que hago
son rabietas, garabatos,
dispares malabares.
La poesía no sirve para nada
el amor no sirve para nada
veras que no hay vida después
de esta vida...
caminos, escondites, nada
mientras tanto el mundo vacío
termina la fiesta mas larga
y así caminas llorando
sabiendo que no amarás mas...
un susurro torpe en la noche
recordará lo frágil que fuiste
y la agonía que nació contigo
te dejará en paz escribir
junto a la ventana
con la briza que descansa
torpemente en tu cara.