De pronto sabes de un invierno
permanente que pinta las ventanas
con todos los recuerdos de nada
estoy enfermo y quiero vivir
con la prisa reseca de la muerte
la hora mas desnuda se filtra
por el jardin amarillento
el aroma es el mismo
no es dificil imaginarlo
recuerdo los pies sucios, las piedras
tus hombros perfectos en la oscuridad
la indiferencia del barro
el brillo de la gota de lluvia
camina a tientas por la mañana
no había tiempo para más
un día nublado siempre
es una buena noticia, casi siempre
pero tus pies helados como tu corazón
no se saben el camino
y lo pierden todo incluso la mañana
te lo digo al oido y no me crees
el verde era verde y lo demás flotaba
tan fina la distancia entre el frío
y morir no sé si alcanza
en seguida el remanso sin querer
y ya no te amo y no me crees
son ciertas palabras para abrazarte
y nada más, por ahora me retiro
ahí te dejo un mensaje en el muro
y el gesto gastado y secreto del adios.