miércoles, mayo 18, 2011

DISPAREN CONTRA HUIDOBRO.........por Oscar Hahn

He cotejado el poema de Huidobro con el original de Cendrars, y observo las siguientes coincidencias: las dos composiciones giran en torno al mismo tema: la Semana Santa. Ambas son una plegaria y tienen la misma configuración métrica. Cendrars no emplea una estructura consagrada por la tradición, sino que inventa una forma ad hoc para su poema, de modo que el que la repite está repitiendo a Cendrars. Es una seguidilla de versos largos, cercanos a la prosa, con ritmo y extensión irregulares. Están ordenados en estrofas de dos versos, con rima asonante y consonante. Huidobro hace básicamente lo mismo. Los dos poemas se inician y avanzan de manera parecida. Cito de la excelente traducción de Waldo Rojas. Cendrars: "Señor, hoy es el día de vuestro Nombre". Huidobro: "Señor, hoy es el aniversario de tu muerte". Cendrars: "Las horas se detenían en el umbral de su retiro". Huidobro: "Las horas se pararon ante el umbral extrahumano". Cendrars: "Señor, cuando tú te moriste la cortina se rasgó. Nadie ha dicho nunca lo que se vio detrás". Huidobro: "Se rasgaron las cortinas del cielo/ cuando pasaba tu alma en vuelo./ Y yo sé lo que se vio detrás". En una parte de su poema, Blaise Cendrars, que vivía en Nueva York, habla de la victimización de los inmigrantes que llegaban a Manhattan. Huidobro alude a "los pobres inmigrantes" que venían a América.

Es indiscutible que Huidobro conocía muy bien el poema de Cendrars y que se basó en él para escribir "Pasión y muerte". Habría que preguntarse entonces por qué un poeta tan talentoso y tan imaginativo como Vicente Huidobro tuvo que recurrir a un texto ajeno, en vez de escribir un poema original suyo. Como diría Nietzsche, por una razón humana, demasiado humana. Huidobro interviene el poema de Cendrars, que es un texto de amor divino, y lo transforma en un texto de amor humano, porque en esos días estaba enfrentando un tremendo conflicto amoroso. Siendo un hombre casado y con hijos se había enamorado de una estudiante mucho menor que él, cuyo nombre era Ximena Amunátegui. No sólo debió enfrentar el repudio de la alta sociedad santiaguina, sino, además, las amenazas de muerte de los hermanos de la musa.

Huidobro era un individuo rebelde y proclive a los escándalos. Publicar en 1926 el poema inspirado en Ximena, nada menos que el día de Viernes Santo, a toda página y en el conservador Diario Ilustrado, era un acto de arrogancia y una verdadera provocación. El poeta, que tenía 33 años, llega a asociar su pasión terrenal con la pasión de Cristo y sus tribulaciones amorosas con el calvario. Mi especulación es que posiblemente Huidobro trató de escribir primero un poema propio para conseguir el propósito descrito, pero algo le falló. O quizás la idea se le ocurrió mientras estaba leyendo los versos de Cendrars, cuyo libro había recibido meses antes. Sin duda, necesitaba con urgencia una respuesta contundente contra sus enemigos. Ofuscado por la situación que estaba viviendo, toma el poema de Cendrars -que era desconocido en Chile-, lo modifica, lo adapta a su situación personal y lo publica en el diario sin pensarlo dos veces.

Algunos lectores de Huidobro dirán que "Pasión y muerte" no es más que una copia impúdica del poema de Cendrars; otros replicarán que Huidobro es un precursor, ya que intervenir obras preexistentes es una técnica habitual de la posmodernidad. Que cada cual piense lo que quiera. Total, como dice Augusto Monterroso, "en literatura no hay nada escrito".