De algún momento
lo hecho estaba hecho
el sol se enfrentaba
a la ceguera del invierno
los pobres murmuraban el amor,
la tarde en trozos pequeños
se volvía inútil y se derramaba
por la piel, por los ojos
todo el recuerdo innecesario
de lo que mañana no ocurrió
y aquí esperando.