Hola, como está mi ruiseñor
dijo la vieja
mientras me miraba
con desazón
ante el implacable paso del tiempo,
yo cantaba cuando niño
a veces algún domingo
en la misa de 12,
en la misa de 8
cantaba la hermana Valdés
que era tan blanca
y en su atuendo negro,
nunca supe su nombre
de pila la verdad
pero grande ya
algo mayor
con mi guitarra Tizona
de doce cuerdas
y mis letras desesperadas
repartidas torpemente
en un pequeño escenario
no me escuchaba
ni Dios.