te di los sueños
convertidos en rabietas,
mis dos lagrimas perdidas
y colmadas de distancia
el paisaje inventado permanece
no digo mas, no hacía falta
Tu voz se queda en mi portal
y me declama el mejor amanecer
mientras resumo en un cigarro
el último disfraz que te he robado
para enfrentarme a la miseria
de la ventana mohosa que te espera.